todos tienen derechos

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Todos los niños tienen el derecho a la educación.

jueves, 20 de enero de 2011

El don de Balsamín (cuento musical).

Hubo una vez un niño muy muy especial. Todo el mundo le quería y le apreciaba mucho porque tenía un gran don: podía curar animales con la ayuda de su bálsamo mágico. Por eso le llamaban Balsamín.

Un día, Balsamín salió corriendo de su casa. Su abuelito estaba muy enfermo y necesitaba urgentemente un médico.
  
     “-¡Cuánto desearía poder curar personas en vez de animales!”
 Pensaba Balsamín desesperado...cuando ¡de repente!, ¡qué sorpresa!:
  
    “-Parece que escucho algo, ¿quién es? (suenan las claves flojito) ¡pero si es el caballo Cayo  y está llorando! ¿qué te ocurre Cayo?¿Por qué trotas tan poquito?”
    “-Me he roto la patita y hoy tengo una carrera muy importante, no se que hacer Balsamín”
Le dijo Cayo el caballo muy triste...
Balsamín sacó su bálsamo mágico y nada más extenderlo ¡magia! (suena el xilófono) ¡el caballo estaba curado! Cayo se marchó muy contento y agradecido y no paraba de trotar (suenan las claves fuerte).
   “-¡Gracias, gracias! Algún día te devolveré este favor”.
   Le dijo.

Siguió Balsamín en busca del médico y,¡de repente!
   “-Creo que escucho algo,¿quién  es?(suenan los crótalos flojito) ¡pero si es el grillo Pillo! ¿qué te ocurre grillo Pillo?¿Por qué cantas tan bajito?”
   “-¡Estoy afónico y no puedo cantar!”
Dijo con profunda tristeza.
Balsamín con su bálsamo mágico no dudó ni un segundo en ayudarle y tras dárselo sobre la garganta ¡magia! (suena el xilófono) el grillo Pillo muy contento no paraba de cantar(suenan los crótalos fuerte).
Al igual que el caballo Cayo, el grillo Pillo estaba muy agradecido y se marchó con la esperanza de poder algún día devolver el favor a Balsamín.

Cuando Balsamín empezaba a pensar que nunca encontraría un médico...¡qué susto!
   “-Parece que escucho un ruidito,¿quién es?(suena el piano flojito) ¡pero si es el perrito Pulguito! ¿qué te ocurre Pulguito?¿Por qué ladras tan flojito?”
   “-¡Es que tengo tantas pulgas que no me dejan ladrar!¡me pica todo el cuerpo!”
Balsamín y su bálsamo mágico fueron la solución, de nuevo... ¡magia!(suena el xilófono) las pulguitas desaparecieron y Pulguito estaba tan contento que no paraba de ladrar (suena el piano fuerte).
   “-¡Algún día espero poder ayudarte yo también!”
Dijo Pulguito mientras se marchaba.
Balsamín ya pensaba volver a casa muy muy triste porque no encontraba un médico para su abuelito, pero aún tenía que conocer a alguien más.
   “-Escucho algo a lo lejos, ¿quién es?(suena la flauta flojito)¡pero si es el pájaro Pancho! ¿qué te ocurre Pancho? ¿por qué pías tan bajito?”
   “-¡Tengo un alita rota, estoy malito!”
Balsamín le dio el bálsamo mágico sobre su alita y...¡magia!(suena el xilófono) ¡la alita de Pancho estaba curada! Y de lo contento que estaba no paraba de piar(suena la flauta fuerte).
   “-¡Muchísimas gracias Balsamín!¡¿puedo hacer algo por ti?”
Balsamín se apresuró y dijo:
   “-¡Sí! Mi abuelito está enfermo, yo no le puedo ayudar y para colmo no encuentro un médico.
   “-¡No te preocupes, yo te ayudaré!”
De vuelta a casa, ¡qué bien! ¡qué alegría! Balsamín y Pancho se fueron encontrando con el resto de animales:
    1º con...(suena el piano) ¿quién era este? El perrooooooooooooo!
     Después con...(suenan los crótalos) ¿sabéis quién era este? El grilloooooo!
     También con...(suenan las claves) ¿y este quien era? El caballooooooooo!
     Y por supuesto ...(suena la flauta)¿este? El pájaroooooooo! ) Claroo, el pájaro Pancho les explicó a todos lo que le ocurría al abuelito de Balsamín y muy contentos decidieron ayudarle.
Juntos llegaron  a casa del abuelito y allí con todo su cariño y bondad ¡lograron curarle!.

Balsamín aprendió que hacer cosas por los demás siempre merece la pena y como todos estaban tan contentos les enseñó esta bonita danza y bailaron y bailaron muy felices (para terminar se baila una danza).

SAKÍ EL NIÑO QUE QUERIA SABER PARA QUE SERVÍA

En un pueblo del norte vivía Sakí que era un chico alegre, gracioso, listo y muy simpático. Nadie recordaba haberle visto enfadado, daba igual lo que le dijeran, nunca intentaba ofender a nadie. Los profesores se sorprendían del comportamiento que Sakí tenía.
Sakí solo se preocupaba en intentar dar respuesta a una pregunta que rondaba su cabeza.
 Una tarde, el niño, invitó a merendar a Don Miky, su profesor favorito, porque le quería decir algo.
                -Llevo mucho tiempo queriendo saber para qué sirven los niños y no encuentro un duende que me pueda responder.
El profesor, guardó silencio y quedó asombrado debido a la curiosidad que el niño tenía, aun así al rato dijo:
                -No puedo decirte para todo lo que los niños sirven, porque sirven para todo aquello que podamos imaginar. Los niños son, entre otras muchas cosas, la felicidad, la alegría, el amor, el ánimo… sino hubiera niños las gominolas se quedarían sin ser queridas, los parques se quedarían sin amigos y los colegios no tendrían a quien enseñar, los papás no tendrían algo que compartir, querer, educar…
Sakí después de oír a su profesor se levantó de la silla y cogió una planta que había cerca de la ventana, y dijo:
                -Pero…a una planta también se le puede querer, cuidar,  hacer crecer; puede dar alegría, compañía…
El profesor elevó una leve sonrisa y poniéndose de pie dijo: una planta no anda, no habla, no da besos ni abrazos, ni ríe ni llora...
Sin dejar acabar al profesor Sakí fue a buscar a Perraf, su perrito, y dijo:
                -Esto puede dar felicidad, alegría, besos, reír y llorar, ver crecer…
                -¿Sabes Sakí?... un animal o una planta no puede razonar como lo haces tú o puede hacer otro niño, por lo que una planta no haría preguntas, y las preguntas es lo que nos hace aprender, pensar, razonar…
Sakí después de oír esto quedó satisfecho y el profesor quedó sorprendido de las preguntas que pueden llegar hacer los niños y además tuvo durante mucho tiempo un tema en el que pensar, y es que… ¡¡trabajar con niños es estar en un examen continuo!!
Iván Álvarez Garrido

miércoles, 19 de enero de 2011

CantaJuegos.


http://www.cantajuego.com/


Aquí encontrareis las canciones más divertidas del "CantaJuego"  y con ellas los niños podrán divertirse a la vez que aprenden. ¡DISFUTARLO!

martes, 18 de enero de 2011

EL DÓBERMAN

          Un hombre decidió suministrar dosis masivas de aceite de hígado de bacalao a su perro dóberman, porque le habían dicho que era muy bueno para los perros. De modo que cada día sujetaba entre sus rodillas la cabeza del animal, que se resistía con todas sus fuerzas, le obligaba a abrir la boca y le vertía el aceite por el gañote.

          Pero, un día, el perro logró soltarse y el aceite cayó al suelo. Entonces, para asombro de su dueño, el perro volvió dócilmente a él en clara actitud de querer lamer la cuchara. Fue entonces cuando el hombre descubrió que lo que el perro rechazaba no era el aceite, sino el modo de administrárselo.
(Cuento Taoísta)